lunes, abril 12, 2010

Poesía y mujer suralidiana (Parte I)

Carolina Ortúzar. Muestra en Hotel Cabañas del Lago, Puerto Varas, 2010.

 
Claudia Arellano Hermosilla
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En el trabajo literario desarrollado por las poetas de generación reciente se advierte el interés por desarticular la imagen de mujer convencional mediante la exposición o denuncia de la multiplicidad del significante mujer, desacralizando la condición de mujer subalterna construida y percibida a partir de los patrones y criterios del androcentrismo occidental.
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En el territorio de la Suralidad la poesía desarrollada por mujeres ocupa un rol fundamental. Sin embargo, ésta continúa siendo silenciada a nivel nacional por la hegemonía crítica masculina, ya que desde los esquemas de clasificación, los protocolos de canonización y los procedimientos de publicación y difusión, se continúa relegando a un lugar secundario a la producción literaria realizada por mujeres. Como advierte Delia Domínguez (2008) “las mujeres no han tenido el reconocimiento que merecen. El Premio Nacional de Literatura tiene más de sesenta años y se le ha dado sólo a tres mujeres. Con la vergüenza de que a la Mistral se lo dieron cinco años después que el Nobel”.


Según sostiene Gayatri Ch. Spivak (2003) –filósofa, feminista y pionera en estudios postcoloniales- la aparición de la “mujer del tercer mundo” en la crítica y en la historia reproduce el proceso colonizador y paternalista, porque las mujeres están construidas y percibidas a partir de los patrones y criterios del feminismo occidental. Lo que plantea la autora es que a la mujer subalterna no se le asigna una posición de enunciado ni enunciación, es decir, no son reconocidas como sujetos/sujetas legítimas de producción textual. Al respecto la poeta Antonia Torres (2008) comenta: “si no fuera por todas aquellas “feministas” que han luchado desde hace siglos por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, tal vez hoy yo no podría haber ido a la universidad o haber escrito poesía”.


Los discursos de las mujeres poetas de la Suralidad reflejan un modo particular de reconstrucción de sus subjetividades -que está en constante reelaboración- trabajando en la autorepresentación como sujetos sociales de ellas mismas, por una parte y, por otra, de la realidad que les ha tocado vivenciar directamente o a través de la experiencia heredada y transmitida por sus congéneres mayores.


En el trabajo literario desarrollado por las poetas de generación reciente, como Roxana Miranda Rupailaf y la mencionada Antonia Torres, se advierte el interés por desarticular la imagen de mujer convencional mediante la exposición o denuncia de la multiplicidad del significante mujer, desacralizando la condición de mujer subalterna. Por ejemplo, en la poesía de Roxana Miranda (2008) se plantea la existencia de un sujeto femenino que se enuncia y que sostiene su enunciación, evidenciando la posibilidad que tiene el sujeto de elegir entre distintas formas de identificación con un objetivo político: darle vuelta a la semiótica “natural” en la visibilización del cuerpo, del erotismo, de la ambigüedad sexual -característica de esta generación- que indica una subversión del deseo como mandato construido desde el androcentrismo. Haciendo alusión al mito huilliche del “Abuelito Huenteyao” de San Juan de la Costa, provincia de Osorno, esta autora señala que “…el chumpal se transforma en un ser que no es ni hombre ni mujer, es ambiguo de por sí”, retomando el sentido original de la cosmogonía mapuche en la que la divinidad está constituida por la integración masculino/femenino.


Estos relatos dan cuenta de que el ser mujer dejó atrás los referentes absolutos de identidades homogéneas. Los discursos de las poetas esbozan que las mujeres impulsan nuevas formas de subjetividad, que son capaces de intervenir en el “poder” del pensamiento binario (oposición masculino/femenino) y de esta forma configurar nuevas identidades relacionales y situacionales. Aparece con fuerza la apelación a las categorías de la emoción, lo mágico-religioso y la espontaneidad en la creación del objeto estético, que se conjuga con la valoración de la tradición cultural de la Suralidad, espacio donde les ha tocado generar y comunicar su arte. Los modos en que las artistas articulan su vida con el arte no es ajeno a este devenir, como nos lo recuerda Antonia Torres: “en mi propia obra asumo naturalmente la enorme influencia que tienen, a un mismo tiempo, la coyuntura y la tradición. No tendría tema ni lenguaje sobre y con los cuales escribir, sin ellas”.


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Referencias.


Entrevista a Delia Domínguez realizada en 2008 para Suralidad.
Entrevista a Antonia Torres realizada en 2008 para Suralidad.
Entrevista a Roxana Miranda Rupailaf realizada en 2008 para Suralidad.
Miranda Rupailaf, Roxana (2003) Las tentaciones de Eva. Puerto Montt, Ed. Secremineduc.
---------------------------------- (2009) La seducción de los venenos.
Spivak, Gayatri. (2003) ¿Puede hablar el subalterno? Revista Colombiana de Antropología, Vol. 39.
Torres, Antonia (2000) Las estaciones aéreas. Valdivia, Ed. Barba de Palo.
_____________ (2003) Orillas de tránsito. Puerto Montt, Ed. Secremineduc.


(c) Arellano Hermosilla, Claudia (2010) Poesía y mujer suralidiana. http://suralidad.blogspot.com
(c) Riedemann, C; Arellano, C. (2010) Antropología Poética del Sur de Chile. Puerto Varas, Suaralidad Ediciones.